Me levante de la mesa, con la escusa de que tenía que hacer deberes, fui hacía mi habitación para distraer, al cabo de un rato salí de allí porque no aguantaba más y fui hacía el cuarto de baño, cerré la puerta con cerrojo, y abrí el grifo para que no se ollera nada, y ya ahí empezó lo que nunca acababa , lo que era difícil de parar.
No me arrepentía de a verlo echo, ahora nadie me insultaba ni nadie se metía conmigo, ahora me respetaban, que es lo que estaba deseando toda mi vida, aunque no creía que de esta forma, porque no era yo, no me reconocía, no por el físico, pero ya no pensaba igual, ahora veía las cosas de otra manera, y aunque sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, yo me sentía bien, y cada vez que sacaba todo eso de mi cuerpo me sentía nueva, aunque también había dejado ganar a ellos, me había afectado todo, y la que perdía era yo, era débil y quería ser perfecta, pero nadie lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario